Diseño
Estructura: Gustave
Eiffel y Colaboradores
Arquitecto: Stephen Suavestre (arquitecto jefe de la Empresa Eiffel)
Ubicación: Paris, Francia, 1889
Ingenieros: Maurice Koechlin & Emile Nouguier
Contratista: Gustave Eiffel & Cie
Arquitecto: Stephen Suavestre (arquitecto jefe de la Empresa Eiffel)
Ubicación: Paris, Francia, 1889
Ingenieros: Maurice Koechlin & Emile Nouguier
Contratista: Gustave Eiffel & Cie
Es
una estructura de hierro pudelado diseñada por el ingeniero francés Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición Universal de París de 1889 en París. La Torre Eiffel sirvió como presentación de la Exposición, la cual acogió a más de 236 millones de visitantes desde su inauguración. Su
tamaño excepcional y su silueta inmediatamente reconocible hicieron de la torre
un emblema de París.
La torre se asienta
en un cuadrado de 125 metros de lado. Tiene 325 metros de altura con sus 116
antenas. Su forma piramidal está estructurada en cuatro grandes pilares que se
acaban fusionando en una única torre a partir del segundo piso de habitación.
Para reforzar la estructura y darle utilidad turística, Eiffel creó dos pisos,
uno a 57 metros de altura y otro a 149, con miradores, restaurantes y tiendas.
El acceso a ellos se hace a través de ascensores y escaleras, situados en los
pilares. Finalmente, la estructura se corona con un tercer piso, no accesible
al público, a 303 metros de altura, donde se sitúan los elementos de
comunicaciones.
Los dos pilares
situados del lado de la Escuela militar de Francia reposan sobre
una capa de hormigón de 2 metros. Esta, a la vez, reposa en una cama de grava, haciendo un hoyo de
7 metros de profundidad. Los dos pilares de la parte del Sena
se sitúan incluso por debajo del nivel del río.
Los arcos que rematan el primer piso fueron
tendidos entre cada uno de los cuatro pilares, los arcos se elevan a 39 metros
sobre el suelo y tienen un diámetro de 74 metros. Tienen sobre todo una función
arquitectónica: reforzar la estructura de la base aunque no tienen una función
estructural básica.
Los
pisos son estructuras con capacidad para soportar el peso de miles de personas.
La unión de los pisos con los pilares supone un arriesgado planteamiento ingenieril, por cuanto el hierro sufre fuertes dilataciones por la
temperatura, cimbrea por la fuerza del
viento y sufre la acción corrosiva de los elementos.
El
diseño fue concebido con los principios de estructuras de
puentes
(de la empresa de ingeniería de Eiffel). La torre
Eiffel consta de cuatro columnas de vigas de celosía separadas en la base
y reunidas en la parte superior de la estructura con vigas de metal a
intervalos regulares. Eiffel tenía confianza en la fuerza de su
estructura, y durante el proceso de diseño en 1884 se registró una patente
“para una nueva configuración que permite la construcción de soportes metálicos
y torres de alta tensión capaces de superar una altura de 300 metros (1000
pies).”
Las
cerchas de hierro se mantienen unidas gracias a remaches térmicamente
ensamblados que se contraen durante el enfriamiento para crear un buen
ajuste. Los cuatro soportes se apoyan sobre grandes cimientos de cemento
armado.Técnicamente la torre se asienta sobre cuatro enormes patas,
que se apoyan sobre ocho gatos hidráulicos cada una, que a su vez se
hunden en treinta metros de cimientos. Este es uno de los primeros
elementos sobre los que afianzar una estructura cuyo mayor problema
lógicamente consistía en su consolidación. A partir de este sostén se
van ensamblando las piezas de hierro diseñadas por Maurice Koechlin, que
se unen por medio de remaches, enormes tornillos de acero que carecen
de rosca. No obstante la sostenibilidad de la torre quedaba garantizada
por el propio diseño de la misma, que logra la perfecta verticalidad y
equilibrio que garantizan su estabilidad. En este sentido la
versatilidad del material de hierro, dúctil como pocos y ligero, harán
posible el dibujo necesario de la torre para su solidez y firmeza.
También por ello mismo la torre sólo contó con dos plataformas
intermedias y un mirador superior.
En
el sitio de la obra, el número de trabajadores nunca superó los 250. Esto se
debió a que gran parte del trabajo se hacía río arriba, en las fábricas de las
empresas Eiffel localizadas en Levallois-Perret.
De los 2.500.000 remaches que hay en la torre, sólo 1.050.846 se colocaron en
el sitio de la obra, un 42% del total. La inmensa mayoría de los elementos son
ensamblados en los talleres de Levallois-Perret,
en el suelo, en trozos de cinco metros, con pernos provisionales; y es sólo
después, sobre el sitio de la obra, que definitivamente son reemplazados por
remaches puestos con calor.
Toda
la estructura de cerchas y remaches van trasladando los pesos y empujes desde
las piezas más pequeñas, desde las vigas menores hasta las vigas mayores. Todo
el conjunto descansa su peso sobre las grandes vigas de los cuatro pilares
principales que, a su vez, descansan el peso sobre los cimientos, a razón de
4,5 kg/cm2. Un logro técnico que las 19.000 piezas de hierro y los 2.5 millones
de remaches con un peso aproximado de 7.300 toneladas repartan su esfuerzo de
tal manera que la base sustentadora pueda sostener el conjunto sin grandes esfuerzos.
Estéticamente la construcción no tenía nada que ver con la fisonomía de
la arquitectura del momento. Era realmente una rareza futurista y
extraña para la época y más chocante si cabe pintada como estaba
originalmente de amarillo, pero que a pesar de todo mostraba una
delicadeza en sus líneas de diseño, y un porte elegante y altanero que
sigue hoy deleitando la mirada de todos los que la observan. Es además
una obra abierta, sin cierres perimetrales de ningún tipo, lo que la
convierte en un precedente de las obras “trasparentes” que a partir del
Racionalismo dejarán entrever sus estructuras internas. Es por
añadidura, una arquitectura desnuda y pura, lo que añade un ingrediente
más a sus atractivos y su innovación.
Construida en dos
años, dos meses y cinco días (de 1887 a 1889) por 250 obreros, se inaugura
oficialmente el 31 de marzo de 1889. Sufriendo una corrosión
muy frecuente, la Torre Eiffel no conocerá verdaderamente un éxito masivo y
constante hasta los años sesenta, con el desarrollo del turismo internacional.
Ahora acoge a más de seis millones de visitantes cada año. Sus 300 metros de
altura le permitieron llevar el título de «la estructura más alta del mundo»
hasta la construcción en 1930 del Edificio
Chrysler, en Nueva York.
El genio de Gustavo
Eiffel no reside en la concepción del monumento, sino en la energía que gastó a
hacer conocer su proyecto a los gobernantes, a los responsables y al público en
general, para poder construir la torre. Energía que también desarrolló cuando
tuvo que lograr los fondos para la inversión que, ante los ojos de todos,
seguía siendo un simple desafío arquitectónico y técnico o un objeto puramente
estético (o antiestético según otros).
Sufrió
una gran controversia con los artistas
de la época, que la veían como un monstruo de hierro.
Inicialmente utilizada para pruebas del ejército con antenas de comunicación,
hoy sirve, además de atractivo turístico, como emisora de programas radiofónicos y televisivos.
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