Efectivamente, como varios de vosotros habíais supuesto "el nidito de amor" que nunca se llegó a utilizar es el Palacio de Carlos V en Granada, obra de Pedro Machuca. Quizás uno de los palacios renacentistas más puros, en tanto en cuanto sus influencias platerescas son nulas y Machuca hace un esfuerzo conceptual y constructivo por seguir los modelos italianos que había conocido en su estancia en Italia.
Debora Peinado nos hace un magnifico comentario que pasamos a trascribir...¡Gracias a todos los que habéis participado!
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