Entre los muchos tesoros artísticos que oculta Italia, fruto del paso de numerosas civilizaciones y Estados, Ravena es uno de los más desconocidos. Si tú en españa preguntas qué debo ir a ver en Italia despuntarán nombre como Pisa, Siena, Florencia, Roma, Milán, Padua, Nápoles, Venecia, etc. pero es difícil que alguien te mente Rávena.
Rávena, capital del Imperio Bizantino de Occidente. la ciudad elegida por Justiniano para administrar el Mediterráneo occidental. Excelente puerto de mar ( hoy la colmatación histórica de su puerto le lleva a estar a más de 10 kms de distancia del mar), de fácil defensa y bien comunicada por calzadas con Roma y con Milán, con el norte y el sur de la península italiana. A partir del siglo III ganó en importancia estratégica y militar llegando a convertirse en una ciudad tan importante para los emperadores como Roma.
Un repaso rápido a sus monumentos nos indica la importancia que llegó a tener a finales del Imperio de Occidente y con la conquista bizantina, convirtiéndose en la capital del Exarcado de Italia. Los mausoleos de Gala Placidia (hija del Emperador Teodosio, hermana de Arcadio y Honorio, con los que se dividió el Imperio y madre y abuela de emperadores) y de Teodorico (rey de los visigodos), ejemplos del primer arte llamados de las invasiones o germánico. En ambas obras, se observa la decadencia constructiva de finales del Imperio aunque aun mantienen falsas cúpulas, cubriendo un espacio centralizado.
Si siguiéramos nuestra visita a la ciudad encontraríamos dos basílicas paleocristianas de gran tamaño, San Apolinar el nuevo y San apolinar in Classe. Dos ejemplos majestuosos de las primeras construcciones litúrgicas de una Ekklesia-cristianismo que ya era religión oficial del Estado. Planta basilical, varias naves, cubierta adintelada, gran variedad de mosaicos decorando el espacio y un ábside monumental al fondo del eje longitudinal.
Vistas interior del ábside y el nartex de San Apolinar el nuevo
Vista interior de San Apolinar in Classe
Pero hay una obra que destaca sobre todas las demás y es la iglesia de San Vital, de obra bizantina, y se comprueba rápido que las formas constructivas y la osadía de sus soluciones son de una civilización más avanzada.
Vamos a ver algunas de esas novedades que luego estarán presentes en el arte románico occidental de la Edad Media.
1. La primera es una planta octogonal centralizada. El octógono exterior está cubierto por bóvedas de arista mientras que el octógono interior está cubierto por una cúpula. La estructura en sí es igual que Santa Sofía, donde las naves laterales están cubiertas con bóvedas de arista mientras la nace central está cubierta con la gran cúpula nervada. No es una forma arquitectónica que se repetirá en el futuro (salvo en Italia en los baptisterios, construcción exenta o separada de la Iglesia para albergar la pila bautismal). Sin embargo, ese octógono exterior que rodea la zona central de culto inspirará a los constructores de iglesias de peregrinación de la Edad Media para construir los deambulatorios o pasillo/naves que rodean el altar y que permiten adorar a las reliquias del templo sin interrumpir las ceremonias religiosas.
Que se cubran las laterales con arista y con una bóveda compleja la nave central también será forma común en casi todas las iglesias de la Edad Media. esto es heredado de la forma de cubrir de las basílicas romanas o salas de justicia.
2. San Vital tiene dos plantas, es decir, una planta baja y una tribuna o planta alta. Esto se realizó por necesidades del culto cristiano inicial, donde según tu sexo y categoría social tenías más o menos acceso al acto litúrgico. Este rasgo orientalizante (tras el Concilio de Nicea y de Éfeso se establecieron reglas claras de doctrina y liturgia) desaparecerá de la iglesia occidental durante la Edad Media pero la solución arquitectónica pervivirá por su utilidad.
En las futuras iglesias de peregrinación se construirá una tribuna o nave alta para desahogar las naves bajas y apoyarlas en la recepción de peregrinos. Constructivamente, permite reforzar el entramado de muros y pilares y con su bóvedas favorecerá el trasvase de los esfuerzos de una nave central abovedada hacia las paredes y los contrafuertes exteriores.
3. Para sujetar la cúpula principal y el sistema de tribunas, los arquitectos bizantinos comprendieron que los muros eran muy necesarios. Pero unos muros gruesos, capaces de soportar tanto peso, no permitirían la apertura de ventanas y la iglesia quedaría en una perpetua penumbra. Aligerar el muro significaría la posibilidad cierta de derrumbe por los pesos y esfuerzos. La solución fue la construcción de algo que ya se había visto en algunos edificios de Roma, sobre todo, en las insulas o casas baratas: contrafuertes exteriores que se unían al muro por un arco llamado arbotante. Una solución ingeniosa que luego el románico normando del siglo XI y el gótico de los siglos XIII al XV popularizarán como forma constructiva.
4. La cúpula semiesférica, de construcción semejante a Santa Sofia (materiales muy ligeros) tiene una novedad que la Edad media elevará a la categoría de uso común. A diferencia de Panteón de Roma o Santa Sofia de Constantinopla (las dos grandes cúpulas conservadas de la antigüedad romana) donde las dos construcciones están abiertas al exterior, San Vital protege la estructura de la cúpula con una construcción octogonal que evita su deterioro por las inclemencias metereológicas y que además refuerza su situación pues ayuda a mantenerla. Es un cimborrio.
5. San Vital tiene un nartex de entrada o nave transversal a la Iglesia por donde se accede a ella. esto se crea para dar albergue a los catecúmenos, personas que no están aun bautizadas. Pero también permite la distribución de los fieles hacia la nave central y hacia unas escaleras laterales que están dentro de unas torres circulares. Por esas escaleras se accede a la tribuna superior. es una solución elegante que además permite ayudar a sostener las bóvedas de esa sección. En la Edad Media, este nartex o pórtico flanqueado por dos torres se convertirá en la fachada típica de la mayoría de las iglesias.
Un enlace a su magnífico programa iconográfico musivario
Como hemos podido ver con este repaso, San Vital nos muestra algunas de las formas arquitectónicas que serán pauta común en la Edad Media. Ella y Santa Sofia son guía y luz de la arquitectura de los siguientes 1000 años.
Ahora entenderéis porqué las trabajamos en clase aunque ya no estén el el temario de la selectividad. Son los "olvidados del temario". Un pena.
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