BERNINI vs BORROMINI
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Venga, venga...
BORROMINI vs BERNINI
Dos colosos de la arquitectura. Dos figuras geniales. La arquitectura después de ellos ya no volvió a ser la misma... pero también una enemistad eterna, un odio sin límite: el maestro, Bernini siente la fuerza volcánica del aprendiz, Borromini. La admiración entre ambos se transforma en rivalidad, primero, y en desprecio y odio después.
Bernini se convirtió en el preferido de los Papas, protegido por los Barberini y, en concreto, por Urbano VIII pudiendo desarrollar todo un programa artístico complejo con todos los medios a su alcance. Jóven, hombre de mundo, exitoso, llamado por Luis XIV para diseñar Versalles, su estilo es más académico y clasicista.
La llegada de Inocencio X -inmortalizado de forma genial por Velázquez- al solio papal en 1644 supone el ascenso de la estrella de Borromini y la caída de su maestro. Apenas pudo disfrutar de su bonanza cuando un nuevo Papa -Alejandro VI- repuso a Bernini como maestro de obras del Vaticano. Su venganza fue terrible. Borromini terminó su vida rematando antiguas obras, mendigando, sólo, abandonado... depresivo, sintiéndose perseguido y despreciado, finalmente se suicidó.
Soy declaradamente Borrominiano desde aquel día -hace ahora 30 años- en que ví en Roma San Carlo alle Quattro Fontane y San't Ivo alla Sapienzia. ¡Cuánta genialidad arquitectónica concentrada en tan poco espacio!. Imaginativo, rompedor, provocador en las formas, profundamente religioso supo darle a sus obras ese punto que buscaba la Contrarreforma.
Borromini se ofreció en cuerpo y alma a la arquitectura -"¡Yo no he venido al mundo a copiar las columnas del Coliseo!!", llegó a decir-. Bernini, humanista total fue elogiado tanto como arquitecto como escultor (madre mía sus esculturas de la Villa Borghese, ya las conocéis...). La construcción de la Columnata de San Pedro le ha dado fama y gloria universal como arquitecto. Yo, sin embargo, lo prefiero como escultor. ¡ Cuánta gente viaja a Roma y desprecia por menores las obras de Borromini...!
Os propongo un juego... Os ofrezco imágenes de obras de ambos genios. Decidme cuál es de cada quién pero decidme también donde está la novedad arquitectónica que hizo de estos hombres inigualable ejemplo para los arquitectos del siglo XVII y XVIII.
Bernini se convirtió en el preferido de los Papas, protegido por los Barberini y, en concreto, por Urbano VIII pudiendo desarrollar todo un programa artístico complejo con todos los medios a su alcance. Jóven, hombre de mundo, exitoso, llamado por Luis XIV para diseñar Versalles, su estilo es más académico y clasicista.
La llegada de Inocencio X -inmortalizado de forma genial por Velázquez- al solio papal en 1644 supone el ascenso de la estrella de Borromini y la caída de su maestro. Apenas pudo disfrutar de su bonanza cuando un nuevo Papa -Alejandro VI- repuso a Bernini como maestro de obras del Vaticano. Su venganza fue terrible. Borromini terminó su vida rematando antiguas obras, mendigando, sólo, abandonado... depresivo, sintiéndose perseguido y despreciado, finalmente se suicidó.
Soy declaradamente Borrominiano desde aquel día -hace ahora 30 años- en que ví en Roma San Carlo alle Quattro Fontane y San't Ivo alla Sapienzia. ¡Cuánta genialidad arquitectónica concentrada en tan poco espacio!. Imaginativo, rompedor, provocador en las formas, profundamente religioso supo darle a sus obras ese punto que buscaba la Contrarreforma.
Borromini se ofreció en cuerpo y alma a la arquitectura -"¡Yo no he venido al mundo a copiar las columnas del Coliseo!!", llegó a decir-. Bernini, humanista total fue elogiado tanto como arquitecto como escultor (madre mía sus esculturas de la Villa Borghese, ya las conocéis...). La construcción de la Columnata de San Pedro le ha dado fama y gloria universal como arquitecto. Yo, sin embargo, lo prefiero como escultor. ¡ Cuánta gente viaja a Roma y desprecia por menores las obras de Borromini...!
Os propongo un juego... Os ofrezco imágenes de obras de ambos genios. Decidme cuál es de cada quién pero decidme también donde está la novedad arquitectónica que hizo de estos hombres inigualable ejemplo para los arquitectos del siglo XVII y XVIII.
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13 comentarios:
Eres una crack! El análisis, perfecto. Gracias
Excelente. Tan solo decirte que el análisis de la Scala Regia es un poco complejo y no se entiende bien. Deberías siempre comentar con tus propias palabras e impresiones.
Gracias
Una corrrección. La penúltima imagen no es el Palacio Barberini, sino otro palacio, en este caso, de Borromini. Se trata del Pamphili. Rompe con todos los esquemas del palacio clásico, pues aunque mantiene la estructura de varios pisos, cada uno con diferentes motivos y texturas, en este caso, Borromini incorpora un montón de elementos novedosos, como frontones curvos, distintos órdenes arquitectónicos y nuevas formas de combinar los elementos.
Muy bien, Elena D. Nada tengo que objetar a tus argumentos...
Ok, Álvaro. Bien visto y corregido el fallo.
esta muy bien, Elena S. pero veo poco analizada la fachada del Palazzo Doria-Pamphilii. Lástima.
Sara, tienes que tenrr cuidado con lo que dices pues, a veces, te contradices contigo misma... Hablas de "los espacios dramáticos de Borromini" y en la obra siguiente dices "Presenta las novedades del estilo austero y riguroso técnicamente de Borromini, ..." Es imposible que se puedan dar las dos cosas a la vez...
San Andres del Quirinal y las iglesias gemelas de Santa maría en piazza del Popolo están poco analizadas...
En San Ivo no hablas ni de la planta, ni de la cúpula, claves en el edificio...
Mejorable.
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