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La Catedral de León, la "pulchra leonina", se asocia al nombre del rey Alfonso X el Sabio, que ordenó su construcción definitiva en 1255. En esos momentos, ya estaba consolidado el gótico como estilo en Francia y, a través del Camino de Santiago, las nuevas ideas filosóficas, estéticas y artísticas han llegado a Castilla y León.
Dice Wikipedia:
"La catedral de León, al igual que su hermana predecesora la catedral de Burgos, se inspira en la planta de la catedral de Reims
(aunque de menor superficie), que bien pudo conocer el maestro Enrique.
Al igual que la mayoría de catedrales francesas, la de León está
construida con un módulo geométrico basado en el triángulo (ad triangulum), cuyos miembros se relacionan con la raíz cuadrada
de 3, al que responden la totalidad de sus partes y del todo. Este
aspecto, como la planta, los alzados, y los repertorios decorativos y
simbólicos convierten esta catedral en un auténtico edificio
transpirenaico, alejado de la corriente hispánica y perteneciente a la
más pura escuela de la Champaña francesa, que le ha merecido los
calificativos de «la más francesa de las catedrales españolas» o el de Pulchra Leonina,
pues si sus rasgos formales se relacionan con el gótico champaniense,
sus significados simbólicos y programa arquitectónico están
estrechamente ligados con los de la catedral de Saint Denis, la catedral de Notre Dame de París y la catedral de Reims.
Geográficamente tampoco es ajena a aquel mundo, pues aunque levantada
en la vieja capital de los reyes leoneses, la ciudad era uno de los
hitos más importantes del Camino de Santiago, también llamado Camino Francés."
No hay duda. Cuando uno entra en este edificio gótico, siente la inspiración que los maestros constructores franceses buscaban para sus nuevas iglesias. El claristorio o conjunto de ventanales es inmenso y espectacular. Cada tramo de arco formero, tribuna y claristorio está dominado por este último, tanto por tamaño como por sensación. Amplios arcos formeros elevan la nave central en la que apenas hay presencia del muro. Todo el tramo finaliza en una bóveda de crucería cuatripartita, simple, pero efectiva.
La cabecera es puro estilo francés: es decir, pegada a las naves del transepto, dando una continuidad espacial a las naves laterales a través de la girola. La corona de capillas o absidiolos ha llevado a muchos autors a decir que es de tres naves hasta el transepto y de 5 en la cabecera pero es ireal considerar estas capillas como naves.
Cuatro tramos de la nave central permiten apreciar todo el esplendor de la construcción antes de que el coro rompa la unidad de estilo. La costumbre española-castellana en las grandes iglesias catedrales de colocar el coro justo en los tramos anteriores al crucero resta fuerza al conjunto y rompe el principio acumulativo. En otras partes de Europa el coro está en el altar y eso le da mayor vistosidad a la iglesia. Una lástima.
Estamos ante un gótico depurado por cuanto el muro apenas tiene función constructiva y la estructura exterior de sostén es grácil y ligera si la comparamos con las primeras catedrales del estilo. Se asemeja a Reims y Amiens, donde los contrafuertes y arbotantes no son gruesos y pesados, sino ligeros y elegantes. Es cierto que las poderosas fachadas apenas dejan ver la estructura exterior de las naves pero se puede, sin embargo, apreciar muy bien en la cabecera. Dobles arbotantes para evitar su pesadez y reforzar perfectamente el conjunto.
La fachada principal tiene una elegancia especial. Frente al recargamiento escultórico y arquitectónco de las fachadas francesas, león muestra un esquema tripartito roto por la visión de los arbotntes del primer tramo de la nave. Simplicidad apoyada en el gran rosetón y en unas torres desnudas, con apenas decoración.
La cetral de León es familia del arte gótico pero hija de tres hombres, de una visión única, que trabajaron sobre ella durante el último tercio del siglo XIX: Juan Madrazo y Juan Bautista Lázaro, arquitectos, y Juan Crisóstomo Torbado, vidriero. De ello dependió la reastauración del templo y su "limpieza" de anadidos renacentistas platerescos y barrocos que le hacía perder sus señas de identidad. basadso e inspirados en las ideas de Viollet-Le-Duc, despojaron al templo de estos añadidos y reconstruyeron varias zonas siguiendo el patrón medieval.
Dice Wikipedia sobre el tema:
"La gran restauración decimonónica verificó la recuperación de la
estabilidad de un edificio que había arrastrado graves problemas en su
estructura a lo largo de los varios siglos de su existencia. Puede
afirmarse que esta restauración fue una de las más complejas y
arriesgadas realizadas en Europa en el siglo XIX.
Los minuciosos cálculos sobre la estabilidad de bóvedas, los
portentosos sistemas de carpintería armados a gran altura y los sistemas
de cantería puestos en práctica para la reparación y reconstrucción de
bóvedas de la catedral de León sirvieron de modelo para la restauración
posterior de otras grandes catedrales españolas, como la de Sevilla o Burgos.
Pero también fueron referencia imprescindible en toda Europa para
restaurar edificios que décadas más tarde resultarían dañados seriamente
en su esqueleto estructural como consecuencia de catástrofes bélicas.
El elevado mérito de estos trabajos fue reconocido en su momento, pues
en el año 1881, Juan de Madrazo
recibió a título póstumo la Medalla de Oro en la Exposición Nacional de
Bellas Artes por sus proyectos de restauración de la catedral de León."
En Youtube
En la poesía
Una visita virtual
En Blogspot
En slideshare
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